Una junta médica será determinante para definir la causa que se abrió por la colocación de siliconas líquidas sin ningún tipo de autorización. Los investigadores tendrán que aclarar esta cuestión antes de realizar la acusación de las tres personas que están siendo investigadas por llevar adelante esta práctica médica ilegal.
Semanas atrás, una mujer ingresó al Centro de Salud con un cuadro de infección. Sus familiares dijeron que semanas antes había recurrido a una joven trans para colocarse ese producto en el busto. Los profesionales le sugirieron que denunciara el caso porque le habían realizado una práctica ilegal.
El fiscal Diego Hevia -no María del Carmen Reuter, como se informó erróneamente ayer- investiga el caso. Entrevistó a la víctima que le contó con algunos de los detalles de cómo era la operatoria. Según la mujer, concretó una cita a través de las redes sociales. Se presentó, realizó las averiguaciones y pagó $50.000 para que le colocaran silicona en el busto.
Al poco tiempo después de haberse realizado la primera práctica comenzó a sentirse mal. Consultó a otra trans que también realizaba la misma tarea. Esta, con una compañera, le dijeron que había un problema de proporciones y le recomendaron colocarse una mayor cantidad de producto en sus senos. Luego, fue hospitalizada.
Tiempo después de haberse recuperado, la mujer contó algunos detalles sobre cómo era la operación a la que fue sometida. Contó que las supuestas “especialistas” colocaban la silicona líquida en una taza común y corriente y luego la colocaban utilizando diferentes tipos de jeringas. También reconoció que no utilizaban ningún tipo de medidas de seguridad sanitaria. “Normalmente, me hacían las colocaciones sentada en una silla de una cocina”, habría declarado la víctima.
Medidas
Hevia, con todos los indicios, solicitó que se realizara una serie de allanamientos. Personal de Delitos contra las Personas, al mando de los comisarios Juana Estequiño, Miguel Carabajal y Jorge Dib, se presentó en tres viviendas. En todos esos lugares encontraron frascos con silicona líquida, jeringas y cuadernos con anotaciones.
En las medidas que realizaron los efectivos, encontraron en una de las viviendas de la joven trans pastillas para tratamiento contra el HIV. “Eso podría complicar su situación procesal porque, según los testimonios que recogimos, no tomaban ningún tipo de cuidado”, destacó una fuente judicial.
Hevia también comenzó las averiguaciones para determinar si estaban habilitados para realizar esta tarea. Las autoridades del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) ya confirmaron que no. Esperaban recibir una respuesta por parte de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán, pero hasta el cierre de esta edición no la habían recibido y lo más probable es que lo hagan después de la feria judicial.
Por el momento, a los sospechosos se les informó que estaban siendo investigados por la actividad que realizaban. Con el informe que elaborará la junta médica se podrá definir qué delito se les imputará.